Propietarios ponen más dinero en campaña contra control de renta

The Press Democrat [English version]

Interesados en los bienes raíces incrementaron la apuesta en su lucha contra la ley de control de renta en Santa Rosa, con otros $334,000 dólares la semana pasada a la histórica campaña contra la Medida C.

Los opositores a la ordenanza de la ley de control del alquiler en la ciudad —suspendida hasta que los electores voten el 6 de junio—, han derribado todas las marcas de recaudación de fondos para una carrera política en Santa Rosa, recaudando $815,791 dólares, hasta la fecha.

"Esta es la campaña con el gasto más grande en la historia de Santa Rosa, por mucho", dijo Terry Price, presidente de la campaña ‘Yes on C’ y un experimentado consultor político. "No hay nada que se acerque a estas cantidades masivas de derroche".

Los partidarios del control de la renta, en comparación, han recaudado sólo $123,460 dólares, dando a la campaña del No una ventaja de recaudación de fondos de casi 7 a 1, hasta la fecha, y un enorme tesoro de guerra rumbo a las últimas tres semanas de la campaña.

El total de las dos campañas combinadas supera ahora los $939,000, aunque la presentación definitiva del financiamiento de campañas será hasta el 25 de mayo.

La última explosión de dinero en efectivo provino principalmente de una donación de $300,000, de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de Chicago.

Las dos campañas inmediatamente discutieron si esa donación podría ser señalada como dinero de afuera del área o no.

El consultor político, Rob Muelrath, quien conduce la campaña conocida oficialmente como Ciudadanos por la vivienda justa y equitativa: Proveedores de vivienda de alquiler y profesionales de bienes raíces oponiéndose a la Medida C, dijo que el dinero es local porque se originó de las cuotas de miles de agentes inmobiliarios y corredores de bienes raíces en el Norte de la Bahía.

Cuando miembros del North Bay Association Realtors paga cuotas profesionales, una parte de ese dinero se destina al comité de acción política del grupo nacional, incluyendo esfuerzos en su área local, dijo Muelrath.

"El dinero realmente viene de los agentes de bienes raíces locales", dijo Muelrath. “Está saliendo del Norte de la Bahía”.

Lo mismo ocurre cuando las donaciones vienen de grupos como el California Association of Realtors, dijo.

Pero el alcalde, Chris Coursey, dijo que los votantes de Santa Rosa pueden usar el sentido común para averiguar de dónde viene realmente el dinero de la campaña.

"Cuando un cheque tiene una dirección de regreso a Chicago o Los Ángeles o Sacramento, no me diga que el dinero viene de Santa Rosa", dijo Coursey.

Coursey no está directamente involucrado en el Comité de la Vivienda Justa y Asequible —Sí a la C, pero es un fuerte partidario, y fue parte de la estrecha mayoría del concejo que votó a favor del control del alquiler en agosto del año pasado. La ley fue suspendida después de que los recolectores de solicitudes, pagados por los intereses de bienes raíces, reunieran suficientes firmas para forzar un voto en toda la ciudad.

Si pasa el Sí a la C, los aumentos a la renta serían limitados al 3 por ciento anualmente, para unos 11,100 apartamentos construidos en Santa Rosa, antes del 1 de febrero de 1995. La Medida C también requeriría que los propietarios dieran una razón para desalojar a los inquilinos y, en algunos casos, pagar los gastos de mudanza.

La ley exime a cualquier persona que viva en casas unifamiliares, dúplex, triplex y condominios ocupados por el dueño. El costo del programa, de $1.4 millones, sería pagado por los propietarios e inquilinos de las unidades cubiertas.

Coursey dijo que siempre supo que la industria de bienes raíces se opondría a la ley, pero no se dio cuenta de que iría tan lejos como para bloquearla. Sin embargo, Coursey confió en las probabilidades que tiene la Medida C.

"La frase de David y Goliat viene a la mente", dijo Coursey. "Y Goliat no siempre gana, porque David es puro de corazón".

Price dijo que la campaña contra la Medida C ha estado llena de trucos sucios, desde los recolectores de firmas que utilizaron lo que él llamó tácticas engañosas, a los argumentos para votar en su contra, lo cual describió como poco ético.

"Si realmente quieren ayudar con la vivienda, ¿por qué no toman ese millón de dólares y lo invierten en viviendas asequibles, en lugar de llenar nuestros buzones con mentiras?", dijo Price.

El desafío clave para ambas partes, dijo Muelrath, será la participación electoral. Siendo una elección especial, los votantes podrían no tener mucha motivación para hacer ese viaje especial a su lugar de votación, especialmente aquellos a quienes el control del alquiler no les afecta, dijo Muelrath.

La ciudad ha estimado que el control del alquiler sólo cubre 18 por ciento del total de viviendas en la ciudad.

Price cree que hasta 90 por ciento de los votos emitidos en las elecciones serán por correo, por lo cual el desafío es recordar a la gente que reciba las papeletas en su correo.

Los alquileres en la ciudad han aumentado un 50 por ciento en cinco años y en promedio está vacante apenas el 1 por ciento de casas y apartamentos.

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