Jesús Cázarez, de Roseland University Prep, es futbolista del año

The Press Democrat [English version]

Mientras estaba tendido en su cuarto con el cuerpo enyesado por completo, durante cuatro meses, a los 10 años de edad, Jesús Cázarez sólo podía soñar con el futbol.

"Fue horrible", dijo Cázarez. "Especialmente porque mi padre había construido una cancha de futbol en la parte trasera de la casa. Podía escuchar a mis hermanos jugando a través de la pared", recordó.

Mientras su mente viajaba durante ese difícil periodo, Cázarez pudo fantasear con ganar un campeonato de futbol en alguna liga, resultar invicto, liderar a su equipo como capitán y ganar premios por su despliegue en la cancha. Poco sabía que todo eso lo haría realidad en el otoño de 2016.

Cázarez, un experimentado y tenaz mediocampista, llevó a Roseland University Prep a un récord de 9-0-3, en la temporada pasada, y es el Jugador de Futbol del Año, en la categoría Small-School Boys Soccer.

"Desde que comencé en el futbol, siempre me dijeron que diera todo, ya sea que jugara 20 minutos o todo el juego. Porque nunca se sabe cuándo podía pasar algo", dijo Cázarez. "Traté de salir a la cancha para hacer que mi familia se sintiera orgullosa, que mis compañeros de equipo estuvieran orgullosos. Terminé haciendo eso con la insignia de capitán en el brazo".

El camino de Cázarez hacia la cima, nunca fue una línea recta. Primero fue el fémur roto, que sufrió durante un torneo de futbol en Navidad, cuando tenía 10 años de edad. La lesión lo sacó dos años del deporte.

Cázarez, finalmente, se recuperó, pero jugó futbol sólo dos años en la preparatoria. Su club, el Atlético de Santa Rosa, lo desalentó de jugar durante el primer y segundo año. Cuando Cázarez finalmente se unió a los Knights, rápido demostró ser un jugador valioso en el centro del campo. Pero se dañó un ligamento del tobillo apenas un día antes de iniciar clases, lo cual lo tuvo en la banca gran parte de su primera temporada.

Esta última temporada, todo se dio para él. Roseland University Prep fue el equipo número uno en el área, terminó con un total de 16-3-3, y Cázarez fue el chavo que puso orden en el centro de la cancha.

"Casi controló el juego para nosotros, distribuyó balones a nuestros delanteros, se aseguró de tener la pelota balanceada correctamente alrededor de la cancha", dijo el entrenador de los Knights, Augustin Fonzeca. "Era como el guardia en nuestro equipo".

Fonzeca dijo que podía bajar a Cázarez a la defensa y ganar la mitad de los balones en el aire, pero lo utilizó principalmente como centrocampista ofensivo. Cázarez anotó 19 goles esta temporada, y el entrenador estimó que estaba involucrado en 75 a 80 por ciento de los goles de Roseland University Prep.

Cázarez también surgió como un silencioso líder de su equipo. Ayudó a organizar un club de tareas antes de las prácticas, para asegurarse de que nadie fallara en sus calificaciones. Y con frecuencia, invitaba la pizza y organizaba partidos informales en su patio trasero. Finalmente, Cázarez consiguió disfrutar de esa cancha de futbol que su padre había hecho en su casa. Lo hizo un mejor muchacho. Hizo que los Knights también mejoraran.

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