Comunidad reacciona con miedo y furia al muro de Trump

The Press Democrat [English version]

La frontera entre Estados Unidos y México ya divide a la familia de un inmigrante indocumentado que había vivido en el condado de Sonoma desde 2013.

Incapaz de contener sus lágrimas, Teresa, de 29 años, quien pidió que sólo fuera utilizado su primer nombre, se preguntó qué hará a su familia la construcción del "gran muro" del presidente Donald Trump.

Tiene un hijo de 13 años que vive en México, y un niño de 3 años nacido en Estados Unidos que vive con ella en el suroeste de Santa Rosa. Cada mes envía entre $200 y $300 dólares a su hijo y familia en México, una suma que cae a $150 durante los lentos meses de invierno.

"No sé qué va a pasar con este presidente. Si nos echan fuera, ¿qué pasará con nuestros hijos?", preguntó, llorosa, en el estacionamiento del Centro Comunitario de Roseland, al suroeste de Santa Rosa.

Pocas horas después de que Trump tomara medidas ejecutivas el miércoles, ordenando una represión contra la inmigración ilegal y la construcción de un muro fronterizo, Teresa visitó la biblioteca pública en el centro comunitario para dejar DVDs con caricaturas que había visto con su hijo de tres años para ayudarle con su inglés.

Las acciones de Trump el miércoles enviaron ondas electrizantes a la comunidad inmigrantes de la Costa Norte, con muchos reaccionando con una mezcla de miedo, ansiedad y desafío. Además de ordenar la planificación y construcción de un muro fronterizo —promesa clave en su campaña electoral—, Trump también firmó una orden ejecutiva para contratar a 5,000 nuevos agentes de la patrulla fronteriza y triplicar el número de oficiales de inmigración que realizan deportaciones.

Esa orden ejecutiva también demanda la retención de dólares federales de las ciudades y condados que se han declarado santuario para ciertos inmigrantes indocumentados, lo cual crea nuevos criterios que podrían expulsar a más inmigrantes.

A pesar de que un número récord de inmigrantes fueron deportados bajo la presidencia de Barack Obama, a finales de 2014 el ex presidente firmó una orden ejecutiva en la que llamó a los agentes de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos a concentrarse en detener y deportar inmigrantes que habían cometido crímenes graves.

https://youtu.be/9Y-B0i4XJwE

También se espera que Trump firme una orden ejecutiva para impedir que los refugiados sirios ingresen a Estados Unidos y prohibir durante un mes que personas de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia o Yemen ingresen al país.

Funcionarios federales, estatales y locales criticaron las órdenes ejecutivas de Trump, prometiendo que no cooperarían con la retención de familias inmigrantes locales.

La senadora estadounidense Dianne Feinstein dijo en una declaración que había pocas posibilidades de que el Congreso "desviara miles de millones de dólares cuando hay prioridades mucho más importantes". Feinstein dijo que las soluciones a los problemas de inmigración del país no se encontrarán en una "serie desmembrada" de órdenes ejecutivas.

"Lo que necesitamos es una reforma migratoria integral", dijo. "El Senado aprobó un proyecto de ley bipartidista en 2013 y tenemos que hacerlo de nuevo".

El teniente gobernador de California, Gavin Newsom, dijo en un comunicado que las comunidades locales "no deberían verse obligadas a gastar el dinero de los contribuyentes para hacer el trabajo del gobierno federal en la aplicación de la ley". Newsom destacó que las acciones de Trump no sólo eran "inhumanas e inmorales", son una "declaración de devastación económica nacional".

Pero algunos en la Costa Norte aplaudieron las acciones de Trump.

Edelweiss Geary, jefe del Partido Republicano del Condado de Sonoma, dijo que Trump está haciendo exactamente lo que prometió durante su campaña presidencial.

"Él sigue adelante", dijo. "¿Ahora todo será absolutamente grande y perfecto? Quién sabe, pero este hombre tiende a seguir adelante con lo que dice que va a hacer”.

Poco después de que ganó las elecciones en noviembre, Trump dijo que inmediatamente buscaría deportar entre 2 y 3 millones de inmigrantes indocumentados criminales. Los defensores de la inmigración y los abogados han dicho que el número está inflado y que podría incluir residentes legales permanentes que han cometido crímenes.

El abogado de inmigración local, Christopher Kerosky, con oficinas en la Costa Norte, dijo que la única manera de deportar a tres millones de inmigrantes indocumentados es dirigiéndose a aquellos que han cometido delitos menores, como manejar sin licencia o haber usado una tarjeta de identificación falsa.

"Para llegar a ese número, hay que ir mucho más allá de los violadores y asesinos", dijo Kerosky. “Estás hablando de personas con delitos menores, algunos muy viejos”.

Dijo que tanto los indocumentados como los inmigrantes legales que fueron condenados hace mucho tiempo por un crimen, pero han cumplido su condena, también podrían estar en peligro.

"Ahora, después de muchos años de vivir aquí, obedeciendo la ley, están en riesgo debido a sus antecedentes criminales", dijo Kerosky.

https://youtu.be/7uA9HjbBrE4

Algunos funcionarios locales están pidiendo una postura aún más fuerte contra la Casa Blanca.

"Hay personas que argumentan que porque estamos en California, ya somos una ciudad santuario", dijo el alcalde de Santa Rosa, Chris Coursey. "Tenemos que dar un paso más allá".

Coursey dijo que es importante que la ciudad haga una declaración que defina "quiénes somos. Nos preocupamos por todos nuestros residentes".

La concejal de la ciudad, Julie Combs, dijo que ir en contra de familias inmigrantes desestabilizaría a la comunidad local.

"No podemos apoyar esas políticas y vamos a evitar la destrucción de las familias, la criminalización de los niños, el allanamiento de los lugares de trabajo, el establecimiento de registros o centros de detención", dijo.

Francisco Vázquez, profesor de la Universidad Estatal de Sonoma, dijo que las acciones ejecutivas de Trump dirigidas contra los inmigrantes fueron sólo el comienzo de una embestida contra varios grupos.

Vázquez calificó a los inmigrantes, y especialmente a los latinos, el "canario en la mina de carbón" —utilizado por mineros para saber si algún socavón es mortal— para una prolongada batalla política que se parecerá bastante a la del movimiento de Derechos Civiles.

"No sólo México y los mexicanos van a verse afectados. Este es otro paso en la participación en un montón de políticas que van a hacer daño a muchas personas en el planeta", dijo.

Reciba noticias semanales en su email haciendo clic en esta línea.

Contacte al editor de La Prensa Sonoma, Ricardo Ibarra, en el teléfono: 707-526-8501. O en el correo electrónico: ricardo.ibarra@pressdemocrat.com. En Twitter @ricardibarra.

Show Comment