Comerciantes latinos en Roseland crecen y ven futuro prometedor
Tanto Jordán Velasco como Jorge Alcázar esperan atraer a una
Velasco opera cuatro tiendas y un servicio de entrega en todo California, importando productos como mole, chocolates y chapulines: exquisiteces del estado mexicano de Oaxaca. Con oficinas en Seaside y Tijuana, Velasco se está preparando para abrir una quinta tienda de productos oaxaqueños en el vecindario de Roseland, en Santa Rosa.
Ve una oportunidad de crecimiento en el condado de Sonoma, donde reside más de 10 por ciento de sus casi 5,000 clientes a quienes entrega productos.
"Todos los sábados entregamos en Santa Rosa, Petaluma y San Francisco", dijo a través de un mensaje de texto.
Alcázar, mientras tanto, dice que su heladería gourmet Frozen Art en Sebastopol Road atrae a "montones de turistas" para probar sabores únicos como el whisky con grano de vainilla, maple y tocino, de cerveza Lagunitas y merlot con chispas de chocolate. Cada verano, aproximadamente la mitad de su negocio proviene de clientes primerizos, dijo, basándose en datos de tarjetas de crédito y débito.
Hay un nuevo movimiento en Roseland, que oficialmente se unió a la ciudad de Santa Rosa el otoño pasado, después de años de discusiones entre funcionarios de la ciudad y del condado, comerciantes y vecinos.
Muchas personas de negocios ven la anexión a la ciudad como un paso adelante para su vecindario mayoritariamente latino, con 7,400 residentes. Si bien las necesidades de la comunidad siguen siendo importantes, sucede en un momento en que un gran número de empresarios latinos están abriendo negocios en Roseland, y en todo el condado.
El vecindario del suroeste está ganando una reputación como un lugar adonde ir para obtener buena comida a precios asequibles, dijo Alcázar. Él y otros empresarios ahora esperan un gran proyecto de reurbanización que podría darle a Roseland nuevas viviendas, una biblioteca, puestos de comida y una plaza pública.
"Creo que realmente va a hacer que Roseland sea un lugar para visitar en Santa Rosa", dijo.
Roseland ha sido durante mucho tiempo conocido como una zona residencial con una alta tasa de pobreza. El Distrito Escolar de Roseland sirvió el año pasado a un cuerpo estudiantil que era 92 por ciento latino y 89 por ciento socioeconómicamente desfavorecido. Esas tasas fueron el doble, comparadas con el resto del condado en ambas categorías.
El área de Roseland obtuvo el puntaje más bajo de cualquier barrio del condado en un índice de desarrollo humano, teniendo en cuenta la salud, los ingresos y la educación de los residentes, según el Retrato del Condado de Sonoma 2014.
Roseland tiene "el código postal más vulnerable del condado", dijo la supervisora del Condado de Sonoma, Lynda Hopkins, quien representa el área.
"Esta comunidad merece una inversión", dijo Hopkins, señalando la necesidad de incrementar el cuidado infantil y los programas para jóvenes, entre otros servicios.
No obstante, la actividad comercial a lo largo de la franja comercial de Roseland ha crecido de manera similar al resto del condado.
Alcázar recordó muchas vacantes en Sebastopol Road cuando abrió su heladería en 2011, después de la gran recesión. Hoy, dijo, la mayoría de esos espacios están llenos de negocios.
Alcázar, un miembro comercial de la Junta de Desarrollo Económico del Condado, y otros, señalaron el incremento de recursos disponibles en español durante los últimos años para aquellos que quieren iniciar sus propios negocios. La Junta de Desarrollo Económico, los Centros de Desarrollo de Pequeñas Empresas de Napa y Sonoma y el programa de educación para adultos de Santa Rosa Junior College ahora ofrecen una variedad de clases, talleres y asesoría gratis o de bajo costo.
"He estado muy ocupado últimamente", dijo Marcos Suárez, gerente de programa en la Junta de Desarrollo Económico, respecto al interés de los futuros empresarios latinos.
Suárez señaló que la cantidad de negocios propiedad de latinos ha aumentado constantemente durante los últimos años. Para 2012, el condado tenía más de 5,000 negocios de ese tipo, un incremento de 24 por ciento en cinco años.
En Roseland, no mucho ha cambiado en el exterior, desde la anexión en otoño. Los funcionarios de la ciudad dijeron que tienen la intención de hacer millones de dólares en inversiones durante los próximos años, en carreteras, parques y otras mejoras. Pero los devastadores incendios forestales del otoño pasado pueden alargar el tiempo necesario para llevar a cabo tal trabajo.
Los optimistas sobre el futuro del área generalmente apuntan al desarrollo más grande planeado en el distrito: el Centro Vecinal Roseland Village, que se ubicará sobre un antiguo centro comercial sobre Sebastopol Road y West Avenue.