Bayer Park abre jardines y nuevas instalaciones al vecindario de Roseland

The Press Democrat [English version]

El parque más nuevo de Santa Rosa, en el corazón del barrio multicultural de Roseland, tuvo un colorido estreno el sábado, con una celebración que acogió a una docena de grupos étnicos que viven en los alrededores.

Cientos de personas asistieron al corte de listón y festividades en Bayer Neighborhood Park & ​​Gardens, que alguna fue tan sólo una granja con seis acres, un granero todavía en pie, con raíces agrícolas, pero que recientemente agregó parques infantiles, un parque de patinaje, cancha de baloncesto, voleibol y zona de picnic.

"Este parque sostiene a este barrio y a toda nuestra comunidad, de muchas, muchas maneras, y continuará haciéndolo por muchas generaciones", dijo el alcalde Chris Coursey.

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Nanette Smejkal, directora de Recreación y Parques de Santa Rosa, llamó a Bayer Park "un tesoro", la última adición a una lista de 70 parques en la ciudad.

Danzantes aztecas emplumados, respaldados por el sonido intenso de tambores, dio inicio a la fiesta del sábado por la tarde, frente a un pabellón con tres hornos al aire libre —una estufa mogogo eritrean y otras dos especialmente diseñados para cocinar alimentos tradicionales mexicanos y chinos.

Integrantes de Simply Youth Orchestra tocaron violines y violonchelos en "Oda a la Alegría", y bailarines del Ballet Folcótico Jazmín redondearon la serie de presentaciones artísticas.

Las paredes del pabellón del parque tienen murales diseñados por el artista Mario Uribe, unidos por una docena de círculos decorados con arte folclórico tradicional de los cinco continentes.

"Queríamos reflejar lo que está pasando aquí", dijo Uribe sobre la rica diversidad del vecindario, "cómo trabajan tan bien juntos y cooperan. Es una democracia real”.

Uribe dijo que los residentes, que van desde niños a abuelos, ayudaron a crear los murales en un patrón de pintura que él mismo proporcionó.

El costo total de Bayer Park, con la adquisición de terrenos, diseño y construcción, sumó más de 13.3 millones de dólares, dijeron funcionarios municipales. El departamento de Preservación Agrícola y Espacios Abiertos en el Condado de Sonoma, y el estado, proporcionaron subvenciones para ayudar con la compra y el desarrollo del parque, ubicado en 1550 West Ave.

El parque Bayer cuenta con un jardín comunitario operado por LandPaths, que se asoció con Santa Rosa después de que la ciudad adquiriera la propiedad en 2007. Los jardines y programas educativos están destinados a ayudar a los niños del vecindario —muchos de ellos de familias con bajos ingresos— a disfrutar de la agricultura y la alimentación saludable.

Craig Anderson, director ejecutivo de Landpaths, dijo que "está cultivando el suelo y sembrando esperanza".

El papel que la organización ha desempeñado en Bayer Park le ha permitido expandirse más allá de su misión tradicional, de construir rutas de senderos y proporcionar acceso al espacio rural abierto.

Bayer Park, dijo Anderson, ha hecho de LandPaths parte de una comunidad urbana, una historia de "regeneración y esperanza".

En una de las parcelas cercanas, la familia Solís estaba ocupada el sábado en el deshierbe de su huerta, que será plantada con ajo, maíz, tomates, chiles y calabacitas.

"Es más fácil que coman verduras si las crecen ellos mismos", dijo Xóchitl Solís, cuyos dos hijos, de 12 y 14 años, le ayudaban en la limpieza.

Edmund y Lillian Bayer, que vendieron la propiedad para que pudiera ser transformada en un parque, también estuvieron presentes el sábado. La familia tuvo una granja ahí por cerca de 60 años, criando vacas, ovejas y cerdos.

Edmund Bayer, veterinario del estado retirado, dijo que pudo haber obtenido más dinero de los desarrolladores, que querían construir casas en la propiedad. En cambio, "quería algo agradable para la comunidad", dijo su esposa, Lillian.

"Esto conserva algo del lugar donde crecí", dijo su hija, Dana Bayer. “El granero sigue allí. Solía jugar en el granero”.

Cathy Johnson, una camarera de medio tiempo que ha vivido en Roseland durante 17 años, estaba sentada en una mesa disfrutando del día soleado y observando a la gente. "Está bien", dijo. "Creo que necesitaban un parque en el vecindario. Es muy agradable”.

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